Trabajo de campo – Primavera 2018
17 de mayo de 2018
Durante la primavera se realizaron las salidas de campo de muestreo para analizar aspectos de la flora y la fauna en el entorno del río Mera, que ya conocéis. A continuación os dejamos alguno de las observaciones más interesantes.
Algo se mueve entre las silvas, un espectacular macho de lagarto verdinegro (Lacerta schreiberi).
Si hay un lugar en el mundo en el que sea más fácil ver a este reptil en su hábitat natural, esa es nuestra tierra gallega. Puede medir más de 30 cm de longitud incluyendo la cola y aparece siempre muy asociado a matorrales de zonas húmedas y corrientes fluviales y Galicia de eso sabe un rato largo…

Nada más empezar la jornada de muestreo en el río Mera, entre las primeras matas de silveiras, un movimiento llamó nuestra atención y pudimos fotografiar a este precioso macho de lagarto verdinegro o lagarto das silveiras, como mejor lo conocemos los gallegos. Precisamente esas matas de silvas, brezales y helechos son las que esta especie utiliza como hábitat preferido. La espectacular coloración azulada intensa de la cabeza de los machos nos indica que están en periodo de celo, es decir, los machos se visten con sus mejores galas para atraer a las hembras, de forma que cuánto más intensa sea esa coloración, mayor probabilidad tendrá de que una hembra se fije en él.

Las hembras también tienen tonalidad azulada en la cabeza pero mucho menos intensa que en el caso de los machos, y también podemos diferenciarlas por las manchas negras del cuerpo, que son mucho más grandes y concentradas que en el caso de los machos. Os ponemos también una foto de una hembra que muestreamos para otro proyecto en un río del municipio de Guitiriz.

Como los reptiles son animales poiquilotermos al igual que los anfibios, pueden verse con frecuencia sobre piedras o zonas soleadas para conseguir una temperatura corporal adecuada para realizar sus funciones vitales, especialmente la reproducción. Se alimentan de invertebrados como saltamontes, escarabajos, chinches y arañas.
Muchas veces nos empeñamos en tener nuestros ríos “limpios” de vegetación, como si nos molestase que en las márgenes del río aparezcan arbustos, zarzas, ramas, cuando en realidad son un hábitat con mucha biodiversidad y fundamental para algunas especies de reptiles tan emblemáticos en Galicia como este lagarto das silveiras. Debemos siempre de evitar desbroces o limpiezas excesivas de la vegetación de nuestros ríos, ya que para caminar por ellos nos llega con un pequeño sendero de 1 metro de ancho como mucho, esta especie de reptil y otras muchas especies animales y vegetales merecen nuestro respeto y nuestros esfuerzos por conservarlos y disfrutarlos en su hábitat natural, en este caso nuestros bosques de ribera.
Con la entrada de la primavera, algunas larvas acuáticas ya han emergido del agua para transformarse en hermosas libélulas voladoras, como las donceliñas vermellas (Pyrrhosoma nymphula).
Los gaiteiros y las donceliñas son algunas de las familias de libélulas que primero vemos aparecer con la llegada de la primavera; unos y otras pertenecen al orden de los Zygóptera, esas libélulas que parecen más frágiles, delgadas y pequeñas, cuyo vuelo es similar al de las mariposas, y que cuando se posan pliegan sus alas unas sobre otras.
Nuestro tramo del río Mera en esta estación del año está repleto de individuos de estas libélulas, revoloteando en busca de pareja para poder reproducirse; nos resultó muy fácil observar a estos insectos posados sobre las ramas y hojas de helechos, zarzas y árboles de ribera.
Aquí os dejamos esta fotografía de un macho de la especie Pyrrhosoma nymphula, que posó para nosotros este día de las Letras Galegas de 2018, y que en gallego recibe el nombre común de donceliña vermella.

Durante la próxima salida de campo que hagamos con vosotros en junio, os contaremos cosas interesantes sobre la biología y morfología de estos impresionantes insectos, como la forma y estructura de sus alas o sus enormes ojos redondos; seguro que podremos observarlas en vivo y en directo.
Los machos y hembras de esta especie están en pleno periodo de reproducción y pudimos observar numerosos tándem, que así se llama a los acoplamientos entre el macho y la hembra previos a la cópula. Una vez que el macho se acopla a la nuca de la hembra, ésta dobla su abdomen para que se produzca el contacto y la cópula, formando un llamativo corazón con sus cuerpos, ¿quién es la hembra y quien el macho? De todo esto hablaremos en la salida de campo de junio, pero de momento os dejamos aquí una bonita instantánea de ese mágico momento.

Pelophylax perezi, rana verde o rana común.
En anteriores muestreos y visitas habíamos visto rana ibérica, rana temporaria y sapo común, y en esta ocasión nos encontramos con el anuro más común de los ríos y charcas en Galicia, la rana verde (Pelophylax perezi). La encontramos en uno de sus hábitats preferidos, unas charcas de agua que se han formado muy cerca del margen de ribera en el río Mera.

La hacen inconfundible su color verde claro con manchas negras, ojos grandes y tímpano bien visible, y una línea de color verde-amarillenta que recorre su cuerpo desde la boca hasta la parte posterior de la columna vertebral. Son ranas grandes, muy adaptadas al salto como casi todas las ranas, con las patas traseras muy fuertes y desarrolladas para ello.
Recordad que tienen su piel siempre humedecida gracias a unas glándulas mucosas y que gracias a esa capacidad pueden realizar respiración cutánea, es decir, captar el oxígeno a través de su piel, además de tener respiración pulmonar. Seguro que nos la encontraremos otra vez en la charca durante las actividades de campo del mes de junio que haremos con vosotros.
La primavera trae consigo una explosión de colores verdes en las hojas de los árboles y de amarillos, azules, blancos y rojos en las flores de los arbustos y herbáceas del sotobosque.
En la próxima salida al río que haremos con vosotros dentro de unas semanas, nos centraremos en distinguir las especies de árboles de ribera a través de la comparación de sus hojas, ya desarrolladas a estas alturas de año para aprovechar cada rayo de luz y poder así realizar el proceso de fotosíntesis, que produce el sustento para la planta al mismo tiempo que libera oxígeno a la atmósfera. La vegetación de ribera cumple una serie de funciones esenciales en el ecosistema del río, las repasaremos juntos y aprenderemos a diferenciar algunas de las especies más importantes.
Además de las hojas de los árboles, que ya pintan y sombrean el entorno fluvial de múltiples tonos verdosos, en el suelo del bosque de ribera aparecen numerosas especies de arbustos y herbáceas en flor, que colorean aún más las márgenes del río Mera. La explosión de la vida en primavera es impresionante y la actividad e interacción entre numerosos insectos y las flores de las plantas es muy evidente. La polinización ha comenzado y los insectos tienen mucho que ver en este proceso, las flores de las plantas son vistosas y coloridas para atraer a estos pequeños animales y conseguir producir semillas viables y nuevas plantas.
Aquí os dejamos unas cuantas fotos de algunas especies de herbáceas y arbustos que descubrimos en nuestro muestreo de campo y que seguro que veremos en directo con vosotros.





Platycerus spinifer, una especie endémica de la Península Ibérica y sur de Francia bajo un tronco de un árbol en descomposición.
Efectivamente, esta especie de escarabajo de apenas 2 cm. de tamaño únicamente aparece en España, Portugal y sur de Francia, y nosotros nos encontramos una pareja hoy en el río Mera en Lugo. Aquí os los mostramos.

Se trata de un miembro de la Familia Lucanidae, unos escarabajos que se alimentan de la madera muerta en descomposición que cae en el suelo de los bosques, a los que los biólogos llamamos insectos saproxílicos (los que comen materia orgánica en descomposición). Ya os comentamos algo sobre el ciclo del carbono en los bosques, y sobre la importancia de estos insectos en el proceso de descomposición de todos los restos de materia orgánica para que el suelo recupere los nutrientes y los minerales, se devuelva el carbono a la atmósfera en forma de dióxido de carbono y las plantas puedan volver a completar el ciclo. Estos animales saproxílicos pueden romper las fibras y moléculas de celulosa que contiene la madera muerta con la ayuda de bacterias específicas que se encuentran en sus sistemas digestivos.

Estoy seguro de que conocéis a un primo lejano de este escarabajo, también perteneciente a la Familia Lucanidae, el Ciervo Volante (Lucanus cervus), que en Galicia conocemos con el nombre de vacaloura y del que os enseñé ya en anteriores salidas de campo algún ejemplar seco que encontré muerto en una carballeira.
En las fotografías os muestro a la pareja de Platycerus spinifer, el macho con las mandíbulas más robustas y de color más verdoso, y la hembra de color más negro y con mandíbulas más pequeñas. De su forma de vida sabemos que se alimenta de material en descomposición y que aparece en zonas boscosas asociadas con xestas (Cytisus sp.) y hay estudios que revelan que las larvas se desarrollan en los tallos de estos arbustos de flores amarillas. Sin embargo, se trata de una especie sobre la que todavía desconocemos bien su biología y su ecología, su ciclo larvario y su forma de vida de forma precisa.
Todo un lujo que lo hayamos encontrado en el bosque de ribera del río Mera y que os lo podamos mostrar aquí a través de estas fotografías.