Mi nombre es Ángel Lorenzo Silva…
…me licencié en Biología en la Universidad de Santiago de Compostela, allá por el año 2000. Como por aquel entonces ya se repetía una y otra vez que la preocupación por el medio ambiente revolucionaría el mercado laboral, la política, la investigación y el mundo en el que vivimos, decidí realizar en 2001 un Master en Ciencia, Tecnología y Gestión Ambiental en la misma Universidad de Santiago de Compostela.
En diciembre del 2002 me llegó la oportunidad de iniciar mi experiencia laboral tras uno de las mayores desastres ambientales de nuestro país, un maltrecho barco de nombre Prestige derramaba su carga de chapapote y teñía de negro la costa gallega. Una primera intención de acudir como voluntario en la limpieza de aves petroleadas en Pontevedra, se convirtió en una oferta de trabajo en la oficina de coordinación de los trabajos de limpieza de fuel en la Zona 6 – Muxía y Fisterra, que el Ministerio de Medio Ambiente habilitó en la Costa da Morte, y no lo dudé ni un segundo.
Lo vivido en la Costa da Morte durante 5 años de trabajo, desde el 2002 hasta junio de 2007, es difícil de describir aquí en unas líneas y quizás sea un buen tema para un buen libro de vivencias de un naturalista. Quizás un acertado y justo resumen de esa experiencia sería decir que aprendí a trabajar y a colaborar en equipo, que conocí a gente muy profesional y trabajadora, y también a otra gente no tan profesional ni tan trabajadora, que lloré de tristeza el primer día de trabajo cuando me asomé a aquella plaza do Coído de Muxía, y que fui (y aun sigo siendo) testigo directo de la acción de la responsable real de la limpieza y recuperación de la costa gallega: la propia naturaleza.
En junio de 2007 comencé una nueva etapa profesional y cambié el agua salada de la Costa da Morte por el agua dulce del río Miño en Ourense, realizando labores de coordinación y consultoría ambiental en trabajos de conservación y rehabilitación ambiental de cauces en el ámbito de la cuenca hidrográfica del Miño-Sil. Adquiero aquí conocimientos de técnicas de bioingeniería fluvial y de cómo ponerlas en práctica en los diferentes trabajos de recuperación ambiental en los que participo, promovidos por la Confederación Hidrográfica del Miño-Sil en las provincias dentro de su ámbito fluvial (Pontevedra, Lugo, Ourense y León).
El trabajo en Ourense durante estos 4 años me hizo descubrir la Galicia interior que hasta entonces desconocía, y los numerosos rincones idílicos de los ecosistemas fluviales de nuestra tierra. Aquí nació mi verdadera fascinación por la conservación de la naturaleza, y comprendí mejor los problemas que la amenazan; también nació aquí mi necesidad de contarlo a la gente de alguna forma, quizás una forma de expiar culpas como Homo sapiens nacido a finales del siglo XX.
En junio de 2011 inicio otra etapa de mi experiencia laboral, la no laboral. Me quedo sin trabajo como muchos trabajadores y trabajadoras de este país que, llegada cierta situación y realidad económica, somos considerados prescindibles por no sabemos muy bien quién ni qué «responsables» de nuestras empresas. El medio ambiente, esa gran herramienta empresarial. Aprovecho estos meses de incertidumbre para formarme en aquellos aspectos que consideré que necesitaba mejorar, realizando cursos variados en el ámbito de la biología, la educación ambiental, la naturaleza y los espacios naturales protegidos gallegos, los sistemas de información geográfica, …y un extraordinario y completo curso práctico de vida.
En 2013 vuelvo a la carga y continúo mi experiencia laboral en la coordinación y consultoría de obras de rehabilitación ambiental de ríos en diferentes zonas de Galicia. Estos trabajos de consultoría ambiental se extienden en el tiempo y de forma intermitente hasta el año 2016, y los compagino con actividades de voluntariado ambiental en colaboración con asociaciones ecologistas gallegas, siempre intentando no perder el hilo de la biología y la naturaleza.
Y en 2017 me decido definitivamente por el trabajo como autónomo y por la Educación Ambiental, aprovechando mi formación complementaria y las ganas de contar cosas.
Desde el pasado mes de septiembre de 2017 coordino y participo en un proyecto educativo con centros escolares en el que la Confederación Hidrográfica del Miño-Sil ha puesto empeño y dedicación, apostando decididamente por la Educación Ambiental como herramienta indispensable para el desarrollo de hábitos responsables y sostenibles de la sociedad para con el medio que nos rodea. El proyecto entusiasma a cualquier naturalista, y es que tratamos de acercar a los escolares de 3 colegios de las ciudades de Lugo, Ourense y Ponferrada a los entornos fluviales que tienen muy cerca de sus casas, pero de los que quizás no conozcan algunos de sus valores ambientales, sus secretos, sus problemas y/o amenazas que los acechan, etc. En varias salidas de campo programadas y distribuidas a lo largo del curso escolar, los escolares podrán disfrutar y reconocer aquellos aspectos más destacados de un entorno fluvial, acompañados por monitores y educadores ambientales que les mostrarán aspectos relacionados con el ciclo del agua, los usos humanos de los ríos, o curiosidades sobre la fauna y la flora autóctonas, así como las amenazas que pueden poner en peligro uno de los valores naturales más importantes y destacados de nuestro país, los ecosistemas fluviales.
En el apartado ACTIVIDADES de esta web se incluye un resumen extenso de estas actividades de educación ambiental; también incluimos datos interesantes sobre las zonas de trabajo seleccionadas en cada uno de los ríos, obtenidos en nuestras salidas de campo en las diferentes estaciones del año, para que los profesores puedan disponer de material didáctico y los escolares puedan seguir aprendiendo sobre los ríos, a partir de nuestro trabajo de campo continuo.
Con estas actuaciones, pretendemos fomentar la educación y sensibilizar a la población, para potenciar el valor ambiental de los ríos de la cuenca y concienciar sobre la importancia de la protección y conservación de los
ecosistemas fluviales, fomentando actitudes sostenibles hacia el medio natural. Para mí es todo un orgullo poder colaborar en un proyecto como este.
Sigo adelante en estas lides de la Educación Ambiental, sin dejar de lado la consultoría y realización de informes ambientales para empresas privadas y para administraciones públicas. Las ganas de seguir aprendiendo de la naturaleza y la necesidad de realizar mi trabajo de forma profesional y responsable, siguen siendo mis mayores ilusiones en este 2019.