El Parque Nacional Tarangire era el primero de los espacios naturales protegidos tanzanos que íbamos a visitar en nuestro viaje. Tras una hora y media de coche, llegamos a la entrada coincidiendo con varios buses de escolares tanzanos de unos 10 años ¡qué suerte poder salir de clase para ver estos monumentos naturales! En la entrada nos fumigaron con insecticida el interior y exterior del vehículo, y nosotros aprovechamos para untarnos bien de Goibi Extrafuerte; en este Parque Nacional debemos de ser precavidos por la presencia de hembras del mosquito Anopheles spp. que son potenciales portadores del parásito sanguíneo Plasmodium spp., causante de la malaria o paludismo. Una vez hecha la obligada profilaxis, ¡a disfrutar!
La primera observación de fauna salvaje durante el primer safari de tu vida quedará grabada para siempre en tu memoria. Las sensaciones, la emoción indescriptible de ese momento es un recuerdo extraordinario, que en nuestro caso se remonta a 2019 en el Parque Nacional Kruger en Sudáfrica, cuando un inmenso macho de elefante apareció entre los arbustos ante nuestros ojos. Esas emociones se meten en tu memoria y en tu historia de vida, como una droga que necesitas experimentar en cuanto puedas, y eso es lo que pudimos volver a sentir esta primera mañana de safari en Tanzania, nada más cruzar la puerta de entrada al Parque Nacional de Tarangire.
Y así, la primera observación de fauna en el primer safari en Tanzania fue una hembra de Toco de Von der Deken (Tockus deckeni), que creo que empezó a dar pistas a Junior sobre nuestras intenciones en los safaris que estaban por venir, y que no eran otras que ver y fotografiar todo tipo de fauna, no solo mamíferos, no solo The Big Five, no solo leones y leopardos, nosotros estábamos interesados en toda la naturaleza tanzana; y las aves eran una parte importante, por la gran biodiversidad de avifauna que hay en Tanzania, por su espectacularidad y por interés personal y profesional en ellas. También nos sirvió este primer Toco para empezar a disfrutar del gran conocimiento y habilidad de Junior para identificar todo tipo de fauna, sus características más importantes y sus nombres comunes en suajili, inglés y español.
Este primer día de safari resultó extraordinario, tuvimos la oportunidad de disfrutar con la observación y la fotografía de hasta 35 especies de fauna diferentes, fundamentalmente de mamíferos y aves. Fueron especialmente bonitas las escenas con los leones en una zona arbolada; así como aquellas con elefantes, jirafas y facóqueros en un humedal de tamaño medio, que compartían hábitat con numerosas especies de aves acuáticas migradoras.
Para mí fue un descubrimiento el Ave secretaria (Sagittarius serpentarius), que no vimos en Sudáfrica, con su elegancia al caminar en búsqueda de reptiles en el suelo; al igual que una pareja de Cálao terrestre sureño (Bucorvus leadbeateri) Conocimos también al pequeño antílope Dik-dik (Madoqua kirkii), el nombre de nuestra habitación del Eileen´s Trees Inn.


También nos sorprendió la leona con el collar de seguimiento subida a la rama de la acacia, porque creíamos que eso solo era posible observarlo con los leones del Lago Manyara. Nos explicó Junior que este comportamiento arborícola de las leonas no era exclusivo del Manyara, y que podríamos verlas subidas a los árboles tanto aquí, en el Tarangire, como en otros Parques tanzanos. Junior nos comenta que el comportamiento arborícola de leonas de más de 250 kg. de peso no es habitual, son muy pesadas y las ramas pueden partirse.
Asimismo, resultó impresionante contemplar a una manada de elefantes comiendo y bebiendo muy cerca de nuestro 4×4. Al observar a un macho adulto en celo, enseguida comprendimos el significado del apodo “cinco patas”.
Las diferentes especies de buitres y cigüeñas, la familia de leones, los ágiles monos cercopitecos Vervet en la zona de picnic, con testículos de color azul intenso en los machos, y la colorida y diversa avifauna de pequeño tamaño, hicieron que este primer día de safari fuese muy completo. Como muy bien nos comentó Junior al finalizar la jornada, había sido un buen calentamiento para la cámara y el teleobjetivo, porque lo mejor estaba por llegar, el Ngorongoro y el Serengeti nos esperaban…
De camino de vuelta hacia nuestro hotel en Karatu, nos paramos a fotografiar algunas de las aldeas maasai que había a ambos lados de la carretera; pudimos disfrutar, como espectadores de lujo, de una divertida tarde de fútbol a las afueras de una de las aldeas.
Primer día completado, espectacular día de safari ¡Asante sana Tanzania!


























